Lula fue condenado a 12 años y un mes por corrupción pasiva y lavado de dinero en el marco de la causa Lava Jato y desde el 7 de abril está preso por orden del juez Sergio Moro. Se lo acusa de haber recibido un departamento en el balneario paulista de Guarujá en carácter de soborno por parte de la constructora OAS. Lula denuncia falta de pruebas y persecución política. Se prevé que en agosto el Tribunal Electoral defina si Lula –favorito en las encuestas- podrá competir en las elecciones presidenciales de octubre.
La justicia barra solicitada por el MBL para hacer Lula inelegible
El Tribunal Superior Electoral (TSE) archivó una solicitud de inelegibilidad inmediata protocolada por el grupo de activistas ultraconservadores de Movimiento Brasil Libre (MBL). Rosa Weber, vicepresidenta del TSE, de turno hasta el viernes (20), negó el pedido de coordinadores del grupo para que sea declarada desde ahora la inelegibilidad del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, y que se le impide registrar una candidatura a cualquier cargo.
Para el abogado del PT, Luiz Fernando Pereira, la acción del grupo es meramente mediática y fue propuesta para “buscar a las redes sociales”.
El abogado argumenta que el TSE “no acepta y nunca aceptó” que la discusión sobre las condiciones de elegibilidad sea anticipada. Además, sólo es posible considerar la impugnación de registro de quien haya formalizado la solicitud de registro de candidatura, que puede hacerse hasta el 15 de agosto.
En la fecha de agosto, militantes que defienden la libertad de Lula y su derecho de ser candidato a los comicios electorales pretenden realizar una marcha hasta Brasilia para acompañar la oficialización de su candidatura en el TSE.
El sitio Lula publicó una nota comentando la decisión:
Desde la condena de Moro y la confirmación de la sentencia por el TRF4 que la defensa electoral de Lula venía diciendo que no había margen legal para la denegación anticipada de registro de la candidatura. Nunca hubo rechazo anticipado de registro en la historia de las elecciones brasileñas. Nada antes del 15 de agosto podría impedir la pre-campaña de Lula. Esta tesis está en varios documentos y entrevistas del abogado signatario del primer dictamen sobre el tema: Luiz Fernando Casagrande Pereira (en agosto de 2017).
La decisión de hoy del TSE lo confirma todo. El TSE acogió los argumentos de la defensa de Lula, suscrita por Pereira, presentada al TSE el pasado viernes. La Ministra Rosa Weber reconoció la iniciativa era extemporánea (precipitada) y el MBO no tenía legitimidad activa.
La discusión sobre la inelegibilidad de Lula sólo podrá ocurrir en el proceso de registro, reconoció Rosa Weber. Y desde la Ley 13.165 / 2015 (que ya no puede ser alterada para la elección de 2018 – artículo 16 de la Constitución Federal), el proceso de registro sólo se inicia el 15 de agosto de 2018.
El PT podrá formalizar la solicitud de registro de Lula el 15 de agosto de 2018, decidió hoy el TSE. Y hasta que el registro sea rechazado, con la previa garantía del contradictorio (lo que lleva tiempo), Lula seguirá en campaña. Y lo más importante: incluso después de la elección, la supuesta inelegibilidad de Lula puede ser suspendida.
No cuesta recordar, una vez más, que en la última elección 145 alcaldes se eligieron el registro rechazado. De cada diez, siete revertiron la inelegibilidad después de la elección, fueron diplomados, tomaron posesión y hoy ejercen el mandato. Esto demuestra que Lula (como cualquier candidato) tiene hasta después de la elección para revertir la supuesta inelegibilidad. Como está en la decisión de la futura presidenta del TSE, la impugnación de Lula deberá estar “en la estricta conformidad de lo prescrito en el marco normativo a la vida en sociedad”. Es lo que siempre defendió la defensa de Lula.
El TSE, con la decisión de hoy, confirma la orientación segura sobre el tema. Confirma lo que la defensa de Lula viene diciendo hace casi un año. Una frase de la decisión es emblemática: “El derecho tiene su tiempo, institutos, ritos y formas en pro de la seguridad jurídica, esencial”. El derecho no puede ser sacrificado para sacar a Lula de la disputa fuera de las reglas vigentes. Es el claro mensaje de la decisión.
