“Si la gente me elige, voy a ser gobernadora otro período”. María Eugenia Vidal se lanzó de lleno a la campaña electoral. La mandataria provincial ratificó en diálogo con LA NACION que se postulará en octubre para gobernar otros cuatro años la provincia de Buenos Aires.
Será candidata aunque no le desdoblen los comicios en este territorio. Jugará para intentar ganar, una vez más, en el distrito más duro, donde el kirchnerismo tiene su mayor nivel de respaldo. Ya salió a buscar votos.
-¿Quiere ser gobernadora otro mandato para terminar lo que empezó en 2015?
-Esperemos.
-¿Quiere ser: sí o no?
-Si la gente me elige…
Vidal respondió así ante una pregunta de LA NACION, al inaugurar obras hídricas en esta capital.
El breve diálogo sucedió luego de que la gobernadora salió a hacer campaña expresamente para Cambiemos. Ante numerosos vecinos que sufrieron la inundación de 2013, que dejó decenas de muertos, Vidal comenzó a ensayar el discurso que fortalecerá de cara a octubre.
“Cuando discutan cuándo estuvimos mejor -dijo, en referencia al debate electoral que se aproxima-, cuando discutan qué cambió: esto cambió”, expresó, por ejemplo, en referencia a las obras para evitar inundaciones.
Vidal dijo además que hay unas 150 obras en marcha y agregó: “Aunque no se termine en este mandato hay que hacerlas igual”.
De este modo, Vidal se empezó a proyectar en público para un segundo período a cargo de la gobernación.
La novedad es que la gobernadora no solo salió a buscar votos para su reelección. También comenzó a militar para el presidente Mauricio Macri -quien mide menos que Vidal en este territorio y, sobre todo, en el conurbano-, pese a que el Presidente se negó a desdoblar los comicios para facilitar la partida a su dama, con una elección provincial anticipada.
Hoy Vidal se mostrará junto a Macri y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en una inauguración de obras en Avellaneda. El futuro de los líderes de Cambiemos está atado en la provincia que concentra el 36 por ciento del padrón electoral del país.
“Yo tengo que agradecer al Presidente. Esta obra se hizo con recursos nacionales”, subrayó intencionalmente la mandataria provincial.
Sin salir de lo acordado en Olivos, Vidal agradeció por los fondos, pese a que aún no llegó el anticipo de otros $20.000 millones que la gobernadora pidió como ajuste por inflación del Fondo del Conurbano. Se trata de dinero que Vidal necesita para hacer nuevas obras.
Así, mientras los intendentes reclaman fondos, exigen obras y piden la eliminación de las primarias, abiertas, obligatorias y simultáneas (PASO) Vidal se puso al frente de la campaña.
El viernes que viene, la gobernadora habrá recorrido dos veces los 135 municipios de este territorio. A partir de entonces, focalizará su esfuerzo en treinta y seis municipios del conurbano que reúnen el 80 por ciento del padrón electoral. Y en las ciudades cabecera de sección.
“Tenemos que trabajar fuerte en Bahía Blanca, Mar del Plata, La Matanza, Avellaneda, Esteban Echeverría, Olavarría, Tandil y San Nicolás -enumeró una fuente dentro de la gobernación-. Nos va bien pero queremos mayor diferencia”.
Cambiemos gobierna 69 municipios, 54 están en manos del FPV-PJ y diez son del Frente Renovador. Los dos restantes son gobernados por intendentes vecinalistas.
En los próximos días, Vidal comenzará a preparar su cuarto discurso ante la Asamblea Legislativa, que tendrá lugar el 1º de marzo. Entonces no solo será el tiempo de balance. Vidal buscará proyectarse en lo que resta por hacer en otros cuatro años. Sin dudas, no será un discurso de despedida.
