En el Gobierno señalan que la recesión será más corta que las anteriores. Aunque sus consecuencias podrían ser más prolongadas. Así por lo menos lo reflejan los pronósticos de los economistas privados: a una caída severa de la actividad en 2018 (ya se habla de una cifra mayor a 2%), se suman ahora las estimaciones de una contracción promedio para 2019.
El ajuste fiscal contemplado para llegar al déficit cero, un salario real que no logrará recomponerse (según Ecolatina disminuiría 6% este año para el sector registrado) y el ‘arrastre’ de la contracción del PBI a 2019, son los principales factores que explicarían por qué el crecimiento promedio en el año de las elecciones daría negativo.
Las consultoras Fundación Capital, Eco Go y Ecolatina prevén dos años consecutivos de recesión. Algo que no sucedía desde 2000 y 2001. ACM y Estudio Broda pronostican un estancamiento para el año próximo. Los más optimistas son Ferreres & Asociados (-1,8% y 2,4% para 2018 y 2019 respectivamente) y Econométrica (-2,5% y 1,3%).
Si para los más pesimistas el ajuste fiscal y la caída del salario real deprimirán la actividad en 2018-2019, los más optimistas hacen hincapié en el efecto ‘rebote’. “La cosecha empujará la industria, crecerán los estímulos para la inversión y la construcción de la mano de costos más bajos en dólares”, explica Fausto Spotorno, de Ferreres & Asociados. “Además, la tasa de interés bajará”.
La recesión de 2018 será fuerte porque así ha sido la devaluación para corregir el déficit externo, explica Federico Furiase, economista de Eco Go. “Esto ha puesto en modo contractivo las políticas del Gobierno”. Pero aún cuando en Eco Go estiman un repunte desde inicios de 2019, la economía seguirá ubicándose en el promedio del año en un nivel por debajo del que se hallaba al comienzo de la crisis cambiaria. “Vemos una recuperación tímida”.
El producto bruto cayó 4,2% en el segundo trimestre según una estimación del Estudio Broda. La corrida contra el peso comenzó el 24 de abril. La devaluación en el año ronda el 50%. Es cierto que el mal desempeño de la actividad se explicó, fundamentalmente, por el retroceso de la producción agrícola producto de la sequía (30% en un año). Pero en el tercer trimestre la disminución en el producto llegaría a 3,2% y en el cuarto 6%. De confirmarse estos pronósticos, la caída de la economía en 2018 rondaría una cifra que sería la mayor de la era Macri (en 2016 el PBI disminuyó 1,8%) y se acercaría a la de 2014 (-2,6%).
El relevamiento de expectativas del mercado que elabora el Banco Central (REM) señaló en su último informe que la contracción esperada del PBI para este año es de 1,9%. La compulsa entre los economistas que participaron del estudio fue hecha antes de los anuncios del déficit cero. Clarín solicitó a un grupo de consultoras sus pronósticos después de sendos anuncios (ver infografía).
Según una estimación del Palacio de Hacienda que se filtró la semana pasada, el Gobierno esperaría una recesión de 2,4% este año. Pero ese número no ha sido confirmado aún. Esta semana se conocerá la proyección oficial en los lineamientos del proyecto de Presupuesto 2019. El ministro de la Producción, Dante Sica, dijo que la actual recesión “será más corta” que las anteriores. La de 2016 duró tres trimestres. La de 2014 prácticamente un año. La más breve fue la de 2012. “Hoy luce difícil predecir cuándo tocará piso la economía”, dice el Estudio Broda en un informe. “Si predecir el cierre de 2018 en medio de la actual tormenta financiera y cambiaria resulta desafiante, ni hablar 2019”.
