Desde esta semana, el Congreso se enfrasca en la negociación por la conformación de los cuerpos parlamentarios. La gran batalla será en la Cámara alta y tiene como botín Asuntos Constitucionales, con motivo del pedido de desafuero de Cristina Kirchner.
Tras un verano manso en los pasillos del Congreso, donde finalmente no hubo convocatoria a extraordinarias, los legisladores comienzan a emprender el regreso para enfrascarse en la primera discusión del año. Será por el reparto de las comisiones permanentes, que comenzará a negociarse estos días con pocos cambios en Diputados y una gran incógnita en la Cámara alta.
El botín de guerra será la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado. No sólo se trata de uno de los grupos parlamentarios considerados “de gobernabilidad”, sino que además tiene como condimento el tratamiento pendiente del pedido de desafuero de la expresidenta y actual senadora Cristina Kirchner.
El requerimiento del juez Claudio Bonadio en la causa AMIA ingresó el pasado 7 de diciembre, en días calientes por el debate de la reforma previsional y el resto de las leyes económicas impulsadas por el Gobierno. Aún en ese contexto, Cambiemos envió una solicitud a la vicepresidenta Gabriela Michetti para conformar la comisión, pero el peronismo se negó a proponer a sus candidatos.
Hasta el 10 de diciembre pasado, cuando se produjo el recambio, Asuntos Constitucionales era presidida por Marcelo Fuentes, ahora presidente del bloque del FpV-PJ, que incluye a Cristina. Pero por una razón numérica, la titularidad del cuerpo ahora le corresponderá a alguno de los dos interbloques de mayor peso: Cambiemos o la alianza peronista Argentina Federal, que lidera Miguel Pichetto.
El oficialismo propuso para integrar la comisión a los senadores Federico Pinedo -presidente provisional de la Cámara-, Luis Naidenoff, Ángel Rozas, Ernesto Martínez, Laura Rodríguez Machado, Pedro Braillard Poccard, Inés Brizuela y Doria y Oscar Castillo. De esos nombres saldrá el candidato de Cambiemos a la presidencia, que se mantiene bajo hermetismo, al igual que la propuesta del justicialismo.
En el Senado hay en total 27 comisiones permanentes y se espera un reparto parejo entre Argentina Federal, que tiene 25 integrantes, y Cambiemos, que reúne 24. En diciembre último, el oficialismo colocó a Esteban Bullrich al frente de Presupuesto y Hacienda, otra de las comisiones clave.
En un plano más amplio, la Cámara alta deberá renovar sus autoridades, en una sesión preparatoria que se realizaría el miércoles 28 de febrero, un día antes de la apertura de sesiones ordinarias a cargo del presidente Mauricio Macri. Allí, Pinedo será ratificado como presidente provisional, y restará definir tres vicepresidencias.
El santiagueño Gerardo Zamora, quien ocupó hasta diciembre la vicepresidencia de la Cámara, asumió como gobernador y deberá ser reemplazado. Las otras dos vicepresidencias eran ocupadas por el radical Juan Carlos Marino y el puntano Adolfo Rodríguez Saá, quien la semana pasada abandonó el Interbloque Federal.
En la Cámara de Diputados, el mapa no se alterará demasiado. De las 45 comisiones permanentes, hasta el 10 de diciembre Cambiemos tenía 18 -diez el Pro y ocho la UCR- y aspiraría a llegar a 20. El oficialismo ya le arrebató al Frente Renovador la Comisión de Previsión y Seguridad Social, donde colocó al macrista Eduardo Amadeo. De modo que ahora buscaría sumar una para el radicalismo y una para la Coalición Cívica.
El interbloque Cambiemos tiene hoy 108 miembros, seguido por el FpV-PJ, con 64; Argentina Federal, con 31; y el Frente Renovador-UNA, con 20. El oficialismo buscaría correr a la oposición de comisiones como las de Energía, Defensa Nacional y Agricultura y Ganadería. Son algunas de las que tiene en la mira.
No sólo las comisiones permanentes serán motivo de negociación. Este año, también deberán conformarse dos bicamerales de gran importancia: la de Seguimiento de Contratos de PPP (Participación Público Privada) y la investigadora de la desaparición del submarino ARA San Juan.
