miércoles, abril 24, 2024

El PRO busca que el traspié en la interna pampeana no dañe la imagen de Macri

Con Mauricio Macri a más de 15 mil kilómetros de distancia, los funcionarios políticos y armadores del PRO buscaron amortiguar el ruido de la derrota de Carlos Mac Allister en La Pampa. Se trató de la confirmación del daño que puede generar una interna y la conveniencia de evitar la confrontación con candidatos radicales mejor posicionados.

“Lo veíamos venir, pero fue un capricho personal”, dijo a Clarín un dirigente macrista con la intención de dejar al Presidente fuera del impacto de la derrota. En la Casa Rosada trazaron como objetivo dar vuelta la página y avanzar con la menor cantidad posible de disputas con los socios de Cambiemos: “El 95% de las provincias que adelantan elecciones ya están cerradas, y en la mayoría los candidatos son radicales”.

El calendario electoral con las primarias en La Pampa arrancó torcido para el PRO: aun cuando en la previa la Casa Rosada no transmitía optimismo, el triunfo del radical Daniel Kroneberger -enfrentará por la gobernación al peronista Sergio Ziliotto, el 19 de mayo- por más del 65% de los votos implicó un golpe y provocó movimientos destinados a mitigarlo.

El propio Mac Allister habló del peso de la caída en la imagen del Presidente: admitió una “situación complicada” para los candidatos identificados con él por la falta de síntomas de la esperada recuperación económica.

“Perdió el Colorado”, replicó en privado un funcionario encima de los armados políticos en las provincias, y cuestionó al ex secretario de Deportes por “no escuchar” las recomendaciones de buscar una salida consensuada para evitar la interna.

“No puede haber una lectura nacional cuando votaron 27 mil personas, una cifra con la que en la Ciudad de Buenos Aires no llegás a un legislador”, no ocultó otro referente la repercusión a su criterio desmedida del resultado, y sugirió que al no ser obligatorias hubo intervención del peronismo en el duelo de Cambiemos.

El anuncio del acuerdo en Santa Fe funcionó como la hoja de ruta a seguir de Cambiemos en la mayor cantidad de distritos posibles. El macrista Federico Angelini se bajó de la disputa para allanarle el camino al radical José Corral y concentrar los recursos en la pelea con el socialismo y el peronismo. Marcos Peña y Rogelio Frigerio llamaron el viernes a Angelini con esa instrucción y el dirigente del PRO negoció con Corral -llevará de candidata a vice a la macrista rosarina Anita Martínez- durante el fin de semana los lugares en las listas.

El jefe de Gabinete y el ministro del Interior, determinantes en la mesa nacional de Cambiemos, también indicaron a Ramón Mestre que Macri se inclinó por Mario Negri para pelearle la gobernación a Juan Schiaretti y que todo el PRO apoyará esa opción, aunque el intendente de Córdoba aseguró que no se bajará de la interna. “Es una disputa entre radicales”, marcaron en la Casa Rosada.

En la UCR sacaron pecho por el triunfo en La Pampa y en la conducción partidaria lo resaltaron como una señal para el Gobierno sobre la “fortaleza” de los postulantes radicales. Funcionarios macristas volvieron a desestimar una eventual interna por la candidatura presidencial: “Nadie lo planteó, no tiene entidad”.

Para despejar el panorama en el resto de las provincias el Gobierno busca en Entre Ríos una lista de unidad encabezada por el radical Atilio Benedetti y en otros distritos definir en base a encuestas, como la puja en La Rioja entre Julio Martínez (UCR) y el peronista Alberto Paredes Urquiza.

En Mendoza, el macrista Omar de Marchi desafía al radical Rodolfo Suárez. “Ahí tenemos tiempo para acordar”, desestimaron la tensión en Balcarce 50.

Con Humberto Schiavoni en Misiones, se trataría de los únicos candidatos del PRO fuera de los intentos de reelección de María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta.

En Tucumán se anotan varios candidatos, aunque estimaron que al final se resolverá entre dos correligionarios: José Cano y Silvia Elías de Pérez.

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