jueves, abril 25, 2024

Para el Central, el cambio en la política monetaria no modifica la meta y evita subir las tasas antes de las PASO

Con las medidas anunciadas, Sandleris además impide la liberación de pesos en agosto, lo que podría sumarle presión al dólar y atentar contra la baja de la inflación.

El calendario electoral se impuso también sobre la política cambiaria: esta mañana el Banco Central anunció que pasaría a cumplir con el objetivo de base monetaria de forma bimestral y no mensual y el Fondo Monetario rápidamente salió a respaldarlo. De esta forma, Guido Sandleris evitó, por un lado, enfrentarse al incumplimiento de la meta de agregados monetarios en el mes de julio y, por el otro, se ahorró dos complicaciones en un momento de extrema sensibilidad de los mercados.

Tal vez en otro momento el Directorio no habría dudado en subir la tasa de interés a la zona del 70%, sin embargo, la proximidad de las elecciones hace que pueda ser contraproducente para la estabilidad de los mercados y la lucha contra la inflación, introducir volatilidad en la tasa una semana y luego en la cantidad de dinero circulante la semana siguiente. Por el contrario, creen que suavizar los movimientos en este contexto es lo mejor que pueden hacer para evitar sobresaltos y por eso el FMI los apoya. Los datos provisorios de julio muestran que la inflación sigue bajando.

“Lo importante es que todas las medidas van en el mismo sentido: el Banco Central no va ofrecer más pesos hasta que no ve que la demanda de pesos va a poder crecer genuinamente”, sostuvieron en la institución.

En efecto, desde Banco Central sostuvieron que la medida no busca sortear el incumplimiento, sino que persigue que la tasa de interés no se dispare de acá a fin de mes. Para cumplir con la meta de crecimiento cero de la base, de acá a fin de mes la tasa de Leliq debería subir fuertemente y no hay estimaciones de a cuánto podría dispararse.

Pero esa suba de tasas para sacar pesos de la economía y meterlos en las arcas del Central sería de muy corto plazo, porque en agosto la autoridad monetaria debería devolverles mucho más efectivo a los bancos debido que la integración de encajes ya la habían realizado en julio, contra lo que esperaban en el Directorio del BCRA.

“A nosotros no nos asusta que suba la tasa, ya lo hemos mostrado; lo que nos preocupa en todo caso, es el relajamiento de agosto”, aseguraron desde la autoridad monetaria.

Fuentes al tanto de los pormenores de la decisión sostuvieron que: “Iban a liberarse pesos que todavía creen que no están dadas las condiciones para liberar”.

En realidad, esta medida que llega como un volantazo justo en la previa de las PASO obedece a que se generó un descalce entre los plazos de la meta de base monetaria y los plazos de integración de encajes bancarios cuando a los bancos se les permitió hacerlo de forma bimensual. Las estimaciones del BCRA indicaban que los bancos harían la integración a fin del bimestre. Sin embargo, por una práctica tradicional de la banca que prefiere ser conservadora en el cumplimiento de la norma y prevenir sanciones, lo hicieron al principio del período.

Este desfasaje entre las estrategias de los bancos y del Banco Central es lo que obligaría a la autoridad monetaria a generar ruidos bruscos en el mercado. Por eso, la autoridad monetaria confía en que al volver a sincronizar los plazos -hacer que la integración de encajes y el cumplimiento de la meta se hagan de forma bimestral- es menos costoso para el proceso de desinflación y de estabilidad cambiaria, contra a cumplir la meta a costa de estar generando movimientos de corto plazo con sentidos contrapuestos cuyo resultado, en promedio, es el mismo.

Con la inflación en baja, para el equipo de Guido Sandleris es “un desprósito” generar ruido en el mercado primero con un fuerte apretón y luego una relajación que podría irse al dólar a días de las elecciones. En lugar de ser dogmáticos, las autoridades eligieron acomodarse ellos a la tradición más conservadora de los bancos.

La medida fue acompañada de un cambio en la composición de los encajes de forma tal que se eleve en 3 puntos el porcentaje remunerado, esto permitiría subir hasta 2 puntos porcentuales la tasa que reciben los depósitos a plazo fijo sin tener que subir la tasa de Leliq ni castigar con tasas más altas a los tomadores de crédito. Las proyecciones del BCRA consideran que en promedio la suba será de 1,7 puntos.

En tanto, la tasa de Leliq seguirá con el piso del 58% nominal anual el resto del período.

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